Este trabajo es un pequeño aporte para aquellos que deseen conocer la historia del automóvil hasta nuestros días.
Es arduo sintetizar en una página la historia del automóvil. El primer paso fueron los vehículos propulsados a vapor. Se cree que los intentos iniciales de producirlos se llevaron a cabo en China, a fines del siglo XVII, pero los registros documentales más antiguos sobre el uso de esta fuerza motriz datan de 1769, cuando el escritor e inventor francés Nicholas-Joseph Cugnot presentó el primer vehículo propulsado a vapor. Era un triciclo de unas 4,5 toneladas, con ruedas de madera y llantas de hierro, cuyo motor estaba montado sobre los cigüeñales de las ruedas de un carro para transportar cañones. Su prototipo se estrelló y una segunda máquina quedó destruida en 1771, pero la idea sería retomada y desarrollada en Inglaterra en los años siguientes.
Sigan este recorrido a través de la historia del automóvil.
Realmente no importa si eres una persona apasionada por el motor y los coches de lujo o alta gama, pues absolutamente todos hemos soñado con conducir un superdeportivo o incluso soñar con poder comprarlo.Por varias razones, comprar un coche de lujo es algo que millones de personas no podemos permitirnos. El primer motivo y el más obvio, es que no todos tenemos la solvencia económica para gastar milones de pesos en un vehículo. Tanto si te ha tocado la lotería, las cosas han mejorado mucho en tu trabajo o simplemente por curiosidad, es posible que te estés preguntando ¿qué tengo que hacer para comprar un automóvil de lujo?
Personalmente creo que coches como el Maserati Marbella tienen la elegancia, el poder y la tecnología suficiente para cumplir los sueños de cualquier persona en este mundo. Pero en este artículo estamos hablando de vehículos exclusivos que no tienen un gran número de producción o que en varios casos, están fabricados bajo pedido.
El hecho de que los automóviles de lujo o exclusivos solo se hagan por encargo, hace que comprar uno de esos vehículos sea mucho más complicado de lo que imaginamos, ya que no consiste en llegar al concesionario, ver el coche que queremos y pagar por él.